¿Cuándo empiezo a hablar de sexo con mi hij@?

¿A los 16? antes; ¿A los 13? antes; ¡¿A los 10?! ¡ANTES!
¿No va a ser pronto? NO. ¿Cuándo empiezan a hacer preguntas? Desde muy pequeñ@s, así que desde muy pequeñ@s tendremos que solucionarles las dudas. En caso contrario aprenderán que hay temas de los que no se puede hablar con papá o mamá. Eso cuando todavía no les da vergüenza, así que no esperemos que en plena adolescencia con la vergüenza (y en muchos casos la culpa) vengan a contarnos sus dudas.

Logicamente si tiene cinco años no vamos a hablarle de las relaciones en profundidad. Es más, lo primero que podemos preguntarle es que sabe o cree él, para evitar que se haga ideas raras (nos sorprenderá lo que pueden llegar a contestarnos). Después de manera muy sencilla (pero sin mentir) decirle que papá y mamá ponen una semilla en mamá, como se pone una semilla en la tierra para que crezca una planta. Seguramente con eso valga, incluso podemos utilizar una semilla para que vea como nace y crece un ser vivo. Poco a poco iremos avanzando en nuestras explicaciones.
Algunas veces nos pillará de imprevisto y no sabremos que contestar, podemos aplazarlo y decirle que mañana le contestamos; no pasa nada, pero tenemos que contestarle. Si lo damos de paso o mentimos no volverán a acudir a nosotr@s y cuando queramos recuperar esa conversación en la adolescencia, cuando nosotr@s lo sentimos necesario nos mirará como si fueramos extraterrestres. En ese momento ya no le interesa.
La última duda que nos puede surgir es si hablando de sexo podemos incitarles a que lo practiquen antes. Esto es totalmente falso, todos los datos y conversaciones con l@s chic@s nos indican lo contrario, los primeros en tener relaciones suelen ser aquell@s que tenían menos información o les había llegado de chic@s mayores "en la calle" y de forma totalmente distorsionada.
En todo caso es evidente que es un tema para tratar con tranquilidad, pero nunca evitar. Otra cosa son nuestras creencias personales-familiares que debemos explicarle simultaneamente a como son las cosas. Los adultos entendemos que no es lo mismo una creencia que un dato objetivo y así se lo debemos explicar a nuestr@s hij@s si queremos que sigan nuestros pasos, de otra forma, solo conseguiremos lo contrario a nuestros propósitos.