Debemos castigar a nuestr@s hij@s

Algunos profesionales dicen que debemos acudir solo al refuerzo positivo, es decir, que cuando nuestr@ hij@ hace algo bien hay que decírselo, premiarle, etc.

Esto el algo importantísimo, para que sepan que es lo que está bien, tenemos la costumbre de decir solo lo que está mal, con el típico "eso no se hace", pero casi nunca les decimos "muy bien". Cuando hablamos de premio no queremos decir que les hagamos un regalo, sino que simplemente una sonrisa, un gesto de aprobación o un "muy bien" como decíamos es suficiente.

Pero no hemos contestado a la pregunta, simplemente hemos dicho que algunos profesionales piensan eso, sin embargo no estamos de acuerdo, en ocasiones el castigo es imprescindible.

Tan importante como lo que hemos dicho antes, lo cual quiere decir que el refuerzo positivo también es imprescindible.

¿Y cómo debe ser ese castigo?

Pues vayamos por partes:

1. Debe ser acorde a la falta cometida. No podemos poner un castigo importante por el hecho de que nos hayamos cabreado, por una tontería y mañana si nos pilla "de buenas" decir que no pasa nada por algo mucho más serio.

2. Debemos decir siempre porqué se castiga y que se debería haber hecho. Es muy fácil decir lo que está mal, pero ¿que debería haber hecho?, ¿hacemos nosotr@s lo mismo?, debemos contarle una alternativa factible.

3. Debe ser cercano en el tiempo, para que lo asocie; más cuanto más pequeñ@ sea.

4. Debe ser cumplido. Esto parece una evidencia pero no es extraño que nos enfademos y le pongamos un castigo que nosotr@s mism@s reconocemos luego excesivo y lo levantemos, o bien, nos de pena. Nunca debemos hacer esto porque sale ganador. Si le castigamos una semana sin salir lo verá como algo muy duro; pero si le castigamos un mes y a las tres semanas le levantamos el castigo lo verá como un triunfo y no habrá aprendido nada. Lo que debemos hacer si nos vemos excesivamente enfadad@s como para ser objetiv@s es decírselo claramente, "estoy tan enfadado que ni te voy a castigar hoy, me lo pensaré y mañana te digo tu castigo"; claro decíamos antes debe ser inmediato, pero los castigos largos acostumbramos a ponérselos a los adolescentes con los cuales no habría problema en aplazarlo porque entienden perfectamente cual es la causa.

5. Por último debe ser algo que le moleste, que sienta el castigo. Por ejemplo, a un niñ@ muy orgullos@ el mejor castigo que le podemos poner (en ocasiones) es pedir perdón (de forma seria) a su herman@ por haberl@ pegado.

Para terminar, nos queda decir porqué creemos que es importante el castigo.

El castigo es una forma de sufrir las consecuencias de un acto equivocado. La infancia es una preparación para la vida adulta donde sufriremos las consecuencias de nuestros actos equivocados; pues bien los educadores de un niñ@ debe hacerle ver los problemas de sus actos, con el fin de que lo aprenda y, de esa manera, en el largo plazo evitarle esos sufrimientos que tod@s sabemos la vida depara de vez en cuando.